Casiopea (Cassiopeia) 1991
Proyecto para Oliver Ranch, Geyserville. California

En ocasiones tuve la sensación de encontrarme en un escenario de escala muy íntima, aunque su proporción física fuera gigantesca. La estructura de los árboles es abrupta y sus copas espesas, incluso en los niveles bajos y en mi análisis de observación sensorial quedaron retenidos como un crecimiento a la inversa.
Las pendientes son siempre palpables, como si no existiera diferencia entre el plano vertical -barranco- y el horizontal -suelo- porque se trata de un mismo plano, una pendiente abrupta que marca tu avance.
Paseando por las zonas más bajas me invadía la sensación de ser un animal que en su andadura tuviera que sortear, en carrera serpenteante, los arboles, las pendientes, sin poder correr jamás en línea recta. Este aspecto animal quedó de repente asociado a las madrigueras.
Más tarde, analicé cómo se desliza por inercia una pelota, cuando es lanzada suavemente por una pendiente, salvando o chocando con los obstáculos que encuentra a su paso: el cambio de dirección, el rebote, el plano inclinado... siendo el zig-zag la líneas que en ambas ocasiones aparecía más destacada.
Una noche en el campo, mientras observaba "Casiopea", vi que aglutinaba, el concepto que había expresado anteriormente descompuesto en sus elementos: el movimiento, el orden, la forma, las diferentes valoraciones de luz y proporciones.
Esta idea no es ni literal ni representativa, solamente es orientativa del proceso de creación, como algo continuo, mediante la sucesión y asociación de varios pensamientos.

 Cada elemento estará parcialmente enterrado. Su orden de colocación se decidirá "in situ", lo mismo que la relación entre ellas, en forma de zig-zag, siguiendo la pendiente del lugar. Se colocarán en distintos niveles y sorteando los árboles en línea recta (línea visual). Toda la instalación respeta la arboleda que juegan un papel importantísimo en la determinación exacta de la ubicación y valoración del conjunto.
5 elementos en acero, forma cúbica con alero. Provocando oscuridad con diferentes medidas de fondo, la forma no cambia sólo el tamaño.
La contemplación de la bóveda celeste se asemeja por intención a la dirección de la mirada en la instalación "Casiopea", pudiendo observarse parcial o totalmente, dependiendo del camino, casual o deliberado, que establezca el espectador: plano superior, lateralmente, desde el fondo...
La andadura del observador por el bosque, "el encuentro" con la "estrella" será como la contemplación de un punto luminoso y la relación física-visual con las demás.