[…] Una obra que se aproxima al orden de la ingravidez, en cuestión de materia, y a la geometría exacta, en cuestión de trazado. Pero que indiscutiblemente crea un espacio que dentro del espacio, una vez más, expresa la infinita sucesión en que puede manifestarse la experiencia de habitar. Susana Solano se ha referido a la idea de recinto acotado, a través de los filtros de la memoria, como a un conjunto vago de las cosas percibidas. Cosas muy distintas entre sí, que van desde la mesa del billar, limitada estrictamente como un campo de juego, foco de la luz y recinto de color, hasta las lagunas o los campos dibujados por sus límites en las intensas imágenes de África, percibidas en visiones aéreas. El espacio acotado, recreado en muchas de sus obras, transmite además la seguridad de los límites de un campo de acción, frente a la escurridiza percepción del campo total de las imágenes …]

Marta Llorente, publicado con motivo de la exposición Proyectos organizada por la Fundación ICO, de octubre 2007 a enero de 2008. Editorial Gustavo Gili. Barcelona.