Mariano Navarro Enero 2017
[…] Cuándo más se extiende sobre el propio proceso de trabajo es cuando aborda una obra de gran formato que, curiosamente, lleva el mismo título que las dos piezas anteriores, Full de ruta, y el número 1, de la que nos proporciona incluso imágenes de su realización material.
“Según se ve en las imágenes: sobre un papel, dibujo con lápiz gestos y formas… Utilizo las tijeras y recorto. El resultado lo utilizo como plantilla y copio los gestos sobre el acero. Recorto con plasma la chapa, luego se pule manualmente hasta conseguir una superficie espejo. Lo brillante, como indica la palabra, contiene un significado exitoso, de lujo, atractivo para los hombres en general, como puede ser una joya. 'La arrogancia frente a un espejo'. En diferentes culturas el espejo tiene significados distintos. Recuerdo mi visita a Japón hace un montón de años, el espejo del dormitorio estaba cubierto con un paño. Lo púdico, no verse reflejado...”
Full de ruta I puede comportarse como un espejo deformante, que engulle la imagen de quien lo contempla. Tiene también algo de biomórfico y femenino.
“No hay distancia entre la obra y yo, existe un parentesco que jamás se rompe. Durante un encuentro, los vínculos se establecen de nuevo rápidamente. Cuando hablo de parentesco, me refiero a que cada persona perteneces a un tejido muy complejo”.
De nuevo, un pensar sobre la propia existencia y la existencia de los otros.
“Comentarios alrededor de un proyecto y las relaciones: resultado (proceso) y espectador (escenario). Un acercamiento gradual del espectador. Es necesario el conocimiento, la observación y un tiempo no mensurable, un tiempo para sentir 'la coreografía'. Por ejemplo el tiempo del proceso es próximo a la enfermedad o a la mejoría. El tiempo en todos los aspectos del arte sea para quién lo realiza, sea para quién lo contempla, no puede medirse…, porque el tiempo no es el de los hombres”.
Y, ahora, la confesión seguramente más abrumadora de la artista, aquella que marca una hostilidad quizás hasta este momento narrativo inexistente y que ahora impone su carácter.
“En el transcurso de estos últimos años, he observado varios cambios en mi misma. Al despertar, todo había cambiado no se si 'a mejor' o no, pero la sociedad había perdido interés, ella para conmigo y yo para con ella. Ambas hemos perdido la ingenuidad. No se puede apreciar el arte si no existe un buen grado de ingenuidad”.
“La hoja de ruta es una guía, un camino marcado como biblia política absurda. En vez de ser profunda en el trabajo, he intentado ser distante, no dar presencia sino aligerar la forma, porque ser trascendente es tan absurdo como inútil. El título es otra cosa: valoración subjetiva y aspecto de combate”.
Full de ruta I - 2016
100 x 420 x 1 cm
Acero inoxidable