Un espacio para una segunda propuesta; unos campos de labranza y arboleda junto a la pista de aterrizaje del aeropuerto de Sevilla-San Pablo.
La memoria almacena imágenes y recordé, las balas de paja esparcidas con un orden natural del Urgell, las piedras de Carnac y los corderos en los pastos. La impresión o conclusión de estas observaciones: los obstáculos visuales, incluso pequeños, son pautas monumentales en el espacio. Así surgió "Avena Loca", nombre que recibe la avena salvaje.
En el planteamiento de "Avena loca" me ha interesado poner de relieve la confrontación de los materiales: lo vegetal -blando, móvil, orgánico y el mármol duro de Macael, estático, fijo - confrontación que se convierte en diálogo apacible entre la elegancia de los campos cultivados y los obstaculos -motivo de la instalación- que los salpicarán. 24 en total, que irrumpirán en el paisaje provocando un impacto físico-visual por su forma y color. El individuo es el intermediario en dicho diálogo como -artífice, en la conceptualización, actuando sobre los materiales; y como espectador: el pasajero que desde el avión descubre y descifra bajo su propia sugerencia lo que ve.
Me interesa la transformación de los campos-soporte por efecto de los fenómenos naturales-estaciones del año, y los tractores que al sortear los obstáculos implantados, dibujarían grafismos, variedad de las alturas de los cultivos: girasol, trigo, etc... el cambio de color y de altura del cultivo, lo que crea una imagen viva y activa.
El espectador toma contacto visual con la obra desde el avión, de forma lateral en varios sentidos: vertical o rasante (diagonal-tangente) durante el aterrizaje o despegue.
Por otro lado este tipo de intervenciones, son un reto estimulante, como dice P. Matthiessen: un hombre sale de viaje y es otro quien regresa.
Avena loca - 1991 (2º proyecto)
24 elementos Mármol de Macael y acero corten
Medidas varias entre 1,50 a 2,00 m
Proyecto para R. Moneo y Aeropuerto de Sevilla-San Pablo. Sevilla